miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Qué son los TAGS?



Un artículo que aclara muy bien la función de las etiquetas en cada artículo que se publica.


Por Sebastián Catalano


Los buscadores de internet son el último grito de la moda digital. Google, la empresa estrella del 2005, se convirtió en un verdadero dios virtual. Yahoo! y MSN, sus principales competidores, facturan miles de millones de dólares. Muchos aseguran que ellos, y sus nuevos servicios –blogs, podcast, televisión y mucho más-, serán el campo de batalla que definirá el negocio de la internet que viene. Todo muy lindo y multimedia, pero ¿los buscadores, realmente buscan? Algunos expertos creen que no del todo -o por lo menos no como debieran- y apuestan al tagging como el nuevo sistema de búsqueda que, por fin, ordenará la catarata de contenidos que no paran de incorporarse a la maraña virtual. Tagging significa “etiquetar”, pero tiene un sinónimo más complejo que es el que da nombre formal a la nueva tendencia: folksonomy, algo así como la taxonomía o la clasificación de la gente. Para Wikipedia, se trata de “un neologismo que da nombre a la categorización colaborativa por medio de etiquetas simples en un espacio de nombres llano, sin jerarquías ni relaciones de parentesco predeterminadas”.La idea es simple. Los internautas usan un software especial que genera etiquetas digitales (tags) con palabras clave que sirven para organizar los contenidos que se suben a la red. Así, se hace mucho más fácil e intuitiva la búsqueda. Es como si cada usuario navegara con un talonario de post-it en la mano y pegara papalitos amarillos dando nombre a cada cosa que pone o ve en la red. “El tagging es el etiquetado social de la información disponible en la red para que resulte semánticamente relevante. Asignamos etiquetas, es decir, palabras clave, a los enlaces que guardamos, a las fotografías que almacenamos o a las entradas que publicamos en nuestros weblogs, para facilitar su localización en los buscadores y, al mismo tiempo, para permitir una navegación basada en la exploración, en lugar de en la búsqueda”, explica José Luis Orihuela, profesor en la Universidad de Navarra. Del.icio.us es uno de los sitios pioneros en el uso de tags. Cada usuario puede cargar sus sitios favoritos para abrirlos desde cualquier computadora, o compartirlos. Se trata de llevar la lista de bookmarks en el bolsillo y no estar atado al archivo que el navegador de internet hace en la PC. Flickr.com, el sitio de organización e intercambio de fotos más grande del mundo, es otro abanderado de la moda etiquetera. El año pasado, Flickr fue comprado por Yahoo!, una transacción en la que los analistas ven el desembarco del buscador en el mundo tag.Hay más ejemplos: Buzznet.com (también de páginas favoritas), Technorati.com (el buscador de blogs más grande del mundo) y 43things.com (lista de objetivos y metas on line).“La infopolución generada por los usuarios de la red puede ser, en parte, corregida si ayudamos entre todos a aportar valor semántico, no sólo a lo que uno mismo publica, sino y sobre todo a lo que publican los demás”, recomienda Orihuela.Los sitios que usan etiquetas pusieron de moda las tags clouds, o nubes de etiquetas. Ellos son recuadros que se colocan en la home page del sitio y que contienen las tags más visitadas, que aparecen con una tipografía más grande que el resto. Es un método visual y algo caótico que apuesta a la asociación libre de los usuarios. Y funciona. Basta con poner “Argentina” en Flickr.com para que aparezcan fotos de “Buenos Aires”, “tango”, “La Boca” y “Maradona”. Clarín.com se sube a la moda, pero a medias. Su nuevo diseño incluye una nube de etiquetas, pero en verdad es un ranking visual de las palabras-noticias más vistas en el diario virtual. Hacer la nube propia es simple y gratis. Sólo hay que pasar por sitios como ZoomClouds.com y Tagcloud.com, y listo. “Lo que aportan estas clasificaciones es inteligencia humana (no artificial), que indica de modo descriptivo aunque no estandarizado, cuál es el contenido ‘editorial’ del objeto indexado”, resume el experto. También hay críticas. La principal es que el tagging es un sistema sin estandarizar, que no está hecho por profesionales y que colapsará cuando se masifique. Mientras tanto, las ciberetiquetas no paran de crecer. ¿Serán el primer paso de la tan esperada web semántica que por fin entienda a los navegantes?



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